Bienvenidos a CABALLOCOCHA

La localidad de Caballococha, está ubicada en el distrito de Ramón Castilla, provincia de Ramón Castilla, departamento de Loreto. Tiene una longitud 70°31´00.96" W y una latitud 03°54´21.54" S. Para llegar a esta localidad se tiene que partir desde Iquitos en Rápio (duración de la vía 8 horas). El medio de transporte en la localidad es la lancha (fluvial). Tiene como localidades colindantes a Marichin, Santa Rita, Palo Seco, San Pedro, Primavera, Santa Rosa de Canto,Marichila y Cuchillococha. Los productos cosechados son comercializados en la frontera con Pucallpa. Si se visita la localidad se puede degustar de los sabrosos platos y típicos como: el pango, carachama, juane, timbuche, paiche y el famoso asado en hoja.

BREVE HISTORIA

Hace muchos años atrás, en el verdor de la selva de nuestra amazonia peruana a orillas de una hermosa quebrada que desemboca en el río amazonas, existió un pueblo con más de 1000 habitantes, la mayoría de ellos fueron ticunas y yaguas; pero también habían otras personas llegadas de lugares lejanos a quienes le llamaban "los blancos". Las casas de ese pueblo estaban construidas con material rústico con las hojas de carana, madera redonda, y la huacrapona de lo que hacían el emponado o piso, la madera era asegurada con la soga del monte conocido como tamish o huambe. Este pueblo cuando se formo tenía una vida ordenada y tranquila, todo andaba normal, nadie presagiaba nada, la alegría y la felicidad que reinaba les permitía compartir sus cosas.

El sacerdote se reunía con la gente en cualquier casa para conversar sobre algún problema, luego los invitaba ir a la iglesia para escuchar la palabra de dios. Esto permitió a los jóvenes ordenar sus vidas y a ser responsables. En cada familia el padre, demostraba un verdadero amor para con sus hijos y esposa. Cuando uno de sus moradores cumplía años, asistían a la fiesta gran número de personas, compartían sus comidas y sus bebidas. En los cumpleaños se escuchaban las dulces canciones y las notas de la guitarra y la maraca. Por las madrugadas se escuchaba el canto de los gallos y el trinar de los pajarillos, en ese instante el chacarero acompañado del cantar de las avecillas afilaba su machete para luego dirigirse a su chacra los pescadores regresaban de la cocha trayendo el mitayo para que coman sus hijos durante el día. Esta rutina tanto el chacarero a si como también el pescador lo hacían todos los días. Las casas en las noches eran alumbradas por el shupihui (luz), a veces se reunían los amigos para conversar durante horas sobre los quehaceres diarios, algunos contaban sobre alguna ocurrencia que les sucedía, a veces les causaba risa y reían a carcajadas.

Esa hermosa vida de los pobladores perduro por cientos de años, nadie presagiaba ninguna cosa mala, que pudiera perjudicar al pueblo, por las mañanas se encontraban los amigos y se saludaban alegremente ¡hola pancho! ¿Qué tal? ¿Qué tal Manuel, como te ha ido ayer?, comadrita Dorila ¡qué bien te ves! ¡Comadrita! ¿Que tal? ¡Hola cumpita!, ayer bajo un lagarto negro, justo cuando los muchachos estaban nadando, ellos ni siquiera se dieron cuenta, feliz mente el padre llego en esos momentos y dándose cuenta del peligro corrió a traer su escopeta hizo varios tiros desapareciendo en el acto. En las calles tranquilas la gente recorría con la sonrisa en los labios conversaban alegremente libre de preocupaciones. Los adolescentes y jóvenes practicaban deportes, los niños corrían de un lugar a otro gritando de alegría.

Cuando todo parecía normal, uno de los moradores a quien por el cariño que le tenían lo llamaban pashtuco, cumplía años este, invito a su fiesta a todo el pueblo, en excepción de los menores de edad, sus invitados al llegar a la casa bailaron, comieron y bebieron hasta el amanecer sin saber lo que sucedería más tarde. La gente como por arte de magia se quedo dormida profundamente por muchas horas y cuando despertaron ya era muy tarde, ni siquiera se dieron cuenta que sus vidas habían cambiado, empezaron a actuar de manera diferente, se volvieron corruptos, actuando irresponsablemente. La vida de las personas cambio totalmente, los padres abandonaron a sus hijos, bebían licores, cometían actos impuros, las mujeres no escuchaban a los niños, solo pensaban en placeres.

La actitud de la gente parecía un castigo divino, pero el responsable de todo ese mal fue Satanás, el demonio, el enemigo de dios y del hombre, conocía de la fe de los hombres para con dios, siempre tratando de buscar el momento débil del hombre para cometer sus fechorías y sus maldades. La alegría siguió existiendo, pero con una alegría perversa, llena de corrupción y malos deseos, sus calles se convirtieron en tugurios, dando rienda suelta a sus instintos de animales. La iglesia se ha convertido en un lugar de baile, en ella se emborrachaban, andaban desnudos y practicaban orgías. El padre había sido expulsado por no querer compartir las malas acciones, siendo amenazado de muerte ha tenido que abandonar el pueblo. En cierta oportunidad el cura estaba tentado a entrar en el juego pero como la presencia de dios se imponía ante él. Desecho ciertas ofertas siendo tildado de cobarde, finalmente desapareció.

Los padres de familia gozaban de placeres sexuales con sus hijas y sus familiares cercanos sin interesarles la presencia de los niños, los jóvenes convivían sexualmente con sus hermanas, primas, tías y con sus propias madres. Consumían bebidas alcohólicas sin límites, la vida desordenada se generalizo por todo el pueblo, no creían en nadie. Antes de su partida, el sacerdote hizo una oración por el pueblo. Finalmente busco a Antonio Marichín, quien vivía en un lugar cercano al pueblo, era su amigo de muchos años, le manifiesta su decisión desmotivado y triste, a Marichín le pide de todo corazón que trate de convencer a la gente, éste acepta la propuesta y le pregunta ¿si la gente no cambia, qué hago? El cura le responde, tengo la seguridad que dios te bendecirá, tu eres bastante joven para este trabajo. Con esas palabras se despidió.

Antonio Marichín hizo su trabajo misionero, visitando el pueblo, pidiendo que cambien su vida, la respuesta siempre era negativa, la gente se burlaba de él, recibía insultos permanentes, era recriminado por las mujeres (que andaban semidesnudas por las calles), a veces le incitaban a divertirse, Antonio hacia caso omiso a lo que a lo que escuchaba. Pasaron los años y nada mejoraba a pesar de las suplicas que hacía en nombre de dios, Antonio Marichín hizo nuevos intentos por recuperar la dignidad del pueblo, pero más pudo la fuerza del demonio quien se imponía ante la gente amedrentando su maldad. Cansado y triste volvió a su casa no podía continuar con el trabajo encomendado, los años se le venían encima, no tenía la fuerza suficiente para seguir con su trabajo misionero, más bien opto por abandonar. Desde su casa oraba y oraba por su pueblo, especialmente por los niños abandonados.

Justo cuando un bello día estaba orando en su cuarto, triste y pensativo inesperadamente tocaron su puerta al abrir se encontró con un anciano quien tenía un bastón en la mano y al ver a Antonio le saludo alegremente. "Hola Antonio ¿Cómo estas?" -Antonio se sorprendió al escuchar pronunciar su nombre por un desconocido, luego reaccionando respondió: "hola ¿quien eres?", el anciano extendiendo la mano le dijo: "hombre ¿de qué te sorprendes? escúchame con atención"- con voz pausado le dijo: "sé que estas preocupado por el comportamiento de tu pueblo que ya no cree en dios; pero yo te garantizo que tendrán una oportunidad y tú serás el portador del mensaje para salvar sus vidas. Anda, ve por las calles y diles que si hoy no se arrepienten de todo lo malo que han hecho, comienzan de nuevo a adorar a dios y rechacen al demonio, mañana a las doce de la noche el pueblo se hundirá. Una vez que hayas cumplido en comunicar el mensaje volveré a tu casa y si ves que nada cambia tomas tus cosas y a tu familia y te alejas todo lo que puedas del lugar", después de decir esas palabras, el anciano se despidió y desapareció en el acto.

Antonio Marichín, se hizo todas las preguntas con respecto al anciano, no sabía quién era ni de donde llego, simplemente se preparo para cumplir con el mandato. Su primera visita fue a la iglesia que la encontró llena de gente en completo estado etílico, hombres y mujeres desnudos quienes al verlo lo recriminaron, el haciendo grandes esfuerzos les dio el mensaje. Saliendo de la iglesia se fue por las calles y les decía: "¡hermanos cambien sus vidas, tienen pocas horas para hacerlo, si no lo hacen recibirán el peor castigo¡". Las respuestas eran las burlas, una vez que cumplió con el mandato volvió a su casa. Espero pacientemente el siguiente día y como nada cambio tal como le dijo el anciano se alejo del lugar, construyo un tambo desde donde espero con tristeza lo que ocurriría.

Antes de las doce de la noche, aquel día todo parecía normal, de pronto se escucharon fuertes ruidos de viento acompañado de truenos, relámpagos y rayos, la tierra tembló partiéndose por todos lados, el agua tubo unos sacudones y empezó a entrar con velocidad por las aberturas de la tierra dejando sin estabilidad al suelo. Las casas de uno en uno iban desapareciendo, en esos momentos se oyeron gritos y lamentos desesperados diciendo perdón a dios. Los niños sin ninguna culpa gritaban desesperados, la gente corría de un lugar a otro tratando de salvarse, las suplicas de nada sirvieron, fue demasiado tarde. El pueblo se sumió de unos 30 minutos, nadie se salvo, solo Antonio Marichín y su familia se salvaron. Los niños que no tenían nada que ver con el pecado también murieron por culpa de sus padres. En las aguas solo quedaron flotando espumas y restos de las casas. Unas horas más tarde todo parecía normal, algunas de las personas que se ahogaron se convirtieron en peces grandes y en animales acuáticos que se desplazaban llorando desconsoladamente por las negras aguas quedaron.

El lugar que se hundió se convirtió en una hermosa cocha llena de peces y aves, sobre la riqueza del lago se enteran años mas tarde y comenzaron a llegar pescadores, quienes vieron con agrado el lugar. Los pescadores formaron un pequeño caserío que se iba poblando poco a poco, cierto día cuando estaban pescando vieron aparecer de las aguas un caballo blanco, los pescadores al verlo tuvieron miedo y pánico optando por volver a sus casas. Cuando salían a pescar siempre se encontraban con el caballo, a veces lo encontraban en la tierra, este al verlos se tiraba al agua poniéndose un poco agresivo. El caballo ha sido visto en muchas oportunidades por la gente, si bien ya no se ponía agresivo, tampoco dejaba que se le acerquen. Cierto día los moradores del nuevo caserío, que aun no tenia nombre, se reúnen para bautizarlo y darle un nombre que los identifique. Grande fue la sorpresa de los presentes que optaron por llamarlo caballo cocha, en homenaje al caballo que siempre los acompañaba, lo más curioso de todo es que desde ese acontecimiento, el animal nunca más se dejo ver, desapareció.